miércoles, 27 de noviembre de 2013

LA FUNDACIÓN DEL PARTIDO ACCIÓN NACIONAL



LA FUNDACIÓN DEL PARTIDO ACCIÓN NACIONAL

Recuerda Manuel Gómez Morín:

En 1938 ya había en México una situación intolerable: una amenaza inminente de pérdida de la libertad. Entonces empezamos a reunirnos aquí, en la Ciudad de México, y en los Estados.

Vimos otro peligro muy grave: se lanzaba la candidatura de otro general, Almazán; sabíamos que Cárdenas nunca entregaría el poder a Almazán por la buena; que si Almazán llegaba al poder, sólo podría llegar por una revolución. 

Una revolución para volver a poner a otro general en el gobierno. Era imposible la continuación, cada vez más abajo, de ese sistema político.

Entonces pensamos en la necesidad de revisar todo el problema político de México, porque en la base de ese problema está la falta de ciudadanía: 

no habíamos sido formados ciudadanos; no teníamos antecedentes de ciudadanía.[1]

En efecto, refiere Gómez Morín que los trescientos años de la Colonia en la Nueva España, fueron años en los que nos tocaba callar y obedecer y nada más.

Después, con la Independencia, empezaron las guerras civiles. Luego, con la Intervención Francesa y las guerras extranjeras, México no tuvo oportunidad de organizar su democracia.

Vinieron los treinta años de Porfiriato que no creó espíritu cívico. La brevísima democracia con Francisco I. Madero fue como un relámpago. Luego vinieron la Revolución y los caudillos militares.

Reconociendo esta realidad, Gómez Morín, Efraín González Luna y otros, decidieron comenzar con el trabajo desde la raíz: la formación de ciudadanos conscientes de sus derechos. 

Por ello organizaron al Partido Acción Nacional en 1939, institución que reunió hombres y mujeres de las más variadas procedencias (católicos tradicionalistas, católicos sociales, vasconcelistas, luchadores de la autonomía universitaria, positivistas, liberales, revolucionarios desilusionados, etc.), en torno a una declaración de principios marcada por la Doctrina Social de la Iglesia.[2] 

Muchos panistas nacieron durante o después de la Revolución. Muchos tomaron parte en ella.

En el Frontón México de la Ciudad de México se llevó a cabo la Asamblea Constitutiva del Partido, del 14 al 17 de Septiembre de 1939. 

En la sesión de apertura se presentó el informe de labores realizadas por el Comité organizador, leído por su presidente, Don Manuel Gómez Morín.

Este documento inaugura simbólicamente la vida de “Acción Nacional” y en él se proclama una doctrina política y social basada en el respeto y promoción de la dignidad de la persona humana, centro de todas las tesis del PAN, en la búsqueda del Bien Común, inspirada en el pensamiento social cristiano y denominada Humanismo Político o Solidarismo.[3] 

En el mismo documento se manifiesta la firme convicción de presentar al partido como una alternativa real y viable ante la demagogia y la anarquía padecida por la Nación. Para el PAN, la renovación de la vida pública implica la vivencia de la política subordinada a la ética.




[1] Wilkie, op, cit., p. 55
[2] Efraín González Luna, Precursor del Documento de Puebla, en Castillo Peraza, Carlos. El Ogro Antropófago, EPESSA, México (s.f), p. 88
[3] Cf. López Ríos, Bernardo. Humanismo Político y/o Solidarismo, en Palabra, Revista doctrinal e ideológica del Partido Acción Nacional, Año 11, No. 45, julio septiembre, México 1998, pp. 32-50

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