viernes, 29 de noviembre de 2013

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Don Luis H. Álvarez (1919-2016) y su 
esposa Blanca Magrassi (1923-2015)

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En enero, la Conferencia Episcopal de Filipinas elabora una carta contra la preparación del fraude electoral, la cual fue leída en todas las iglesias de este país. 

El 7 de febrero se realiza fraude electoral, con resultados divergentes entre la Comisión Electoral oficial y MONPEL de la oposición. 

Días después la Conferencia Episcopal condena enérgicamente el fraude electoral y los Obispos declaran que el Gobierno, resultado del fraude, es ilegítimo. 

Después se celebra una misa por la victoria de Corazón Aquino y Laurel, con una llamada a la desobediencia civil. El fraude cibernético fue dificultado.

El día 22, algunos oficiales del Movimiento de Reforma de las Fuerzas Armadas (MFRA) previnieron de una purga que el Presidente Ferdinand Marcos (quien en 1972 había impuesto una ley marcial) estaba a punto de realizar contra el MRFA, y se amotinaron en Campo Aguinaldo. 

El Cardenal Sin, a través de Radio Veritas, hizo un llamado la población para rodear y proteger a los soldados, impidiendo el avance de los tanques enviados por el Presidente Marcos, quien se negó a seguir el consejo de sus Generales leales para que se disparara contra los manifestantes noviolentos. 

El 26 de febrero, el Ferdinand Marcos huye de Filipinas y se instala el Gobierno democrático de Corazón Aquino.[1]

El 15 de febrero, Miguel de la Madrid pronuncia el denominado “grito de Tijuana”, declarando. No vamos a permitir la injerencia del clero en asuntos políticos, pocos días después de la noticia internacional sobre la “revolución” filipina.

En la Reflexión del plenario eclesial de Oaxaca del 21 de agosto, se lamenta la reducción de espacios democráticos tradicionales de indígenas y campesinos.

La Nación publica la respuesta de Acción Nacional a las calumnias de los dirigentes del partido oficial, entre ellos el Presidente de la República, señalándoles que el PAN afirma que la crisis económica de México se originó en los errores del Régimen, entre ellos, el endeudamiento sin medida y sin destino claro a los créditos, que el PAN combatió siempre; 

resalta que el partido oficial ha hecho de los ejidatarios “carne de mitin” y de sus tierras ejidales fraccionamientos millonarios.

Lo que nosotros pretendemos es garantizar a los campesinos la tenencia de la tierra como patrimonio familiar y revitalizar la producción agrícola, mediante la libre asociación de ejidatarios entre sí, en cooperativas o asociados con pequeños propietarios; 

el sindicato es la institución necesaria para la defensa y promoción de los intereses de los trabajadores, el cual debe ser libre y autónomo; los padres tienen derecho preferente para escoger el tipo de educación para sus hijos… 

Nos hemos opuesto a la imposición de textos únicos y obligatorios, que no son gratuitos puesto que los pagamos con los impuestos, y han servido tan sólo para tratar de imponer criterios oficiales y en forma dogmática…

… rechazamos la violencia como vía política… jamás hemos estado en contra de la esencia de la Revolución Mexicana, que es el respeto incondicional a la voluntad del pueblo expresada en elecciones verdaderamente libres, que es Tierra y Libertad a los campesinos y Municipio Libre. 

La corrupción y el fraude electoral han sido propiciados por un partido oficial sostenido con fondos públicos.[2]

El 1º de enero se lleva a cabo un mitin de protesta (y de apoyo a la huelga de hambre del panista Salomón Rangel) contra el fraude electoral en la capital de San Luis Potosí, municipio ganado por el panista Guillermo Pizzuto, quien es despojado de su triunfo por instigación del Gobernador Florencio Salazar. 

Policías judiciales de resguardo del palacio municipal agreden a la gente; crece la indignación y en el enfrentamiento resultan varios heridos, un muerto y el palacio incendiado. 

Grandes manifestaciones continúan durante unos meses, exigiendo la destitución de Salazar. 

Se identifica y arresta a los policías culpables. Miles de ciudadanos realizan un juicio popular a Salazar, con diputados de diversos partidos de oposición como jurado, cuyo veredicto es: culpable. 

Un año después Salazar sería destituido por órdenes del centro.

El 26 de enero se lleva a cabo la más grande convención regional de la historia del PAN en Chihuahua, en la que se elige como candidato a Gobernador a Francisco Barrio Terrazas. 

Se acordó realizar una “Caravana de definición nacional: democracia o dictadura”, con el propósito de exigir elecciones limpias. La encabeza Luis H. Álvarez, partiendo desde Chihuahua y concluyendo en Querétaro.

Desde septiembre del año anterior se daban indicios de fraude electoral a partir de la destitución del Gobernador Oscar Ornelas, quien mostraba “debilidad” con la oposición, siendo sustituido por Saúl Gonzalez Herrera, priísta de línea dura. 

Además, la reforma a la Ley Electoral de Chihuahua hacía que en la Comisión Estatal Electoral hubiera 11 priístas y 1 panista.

En febrero, en la reunión del Consejo Nacional del PAN se señala que Acción Nacional había ganado las Gubernaturas de Nuevo León y de Sonora, 12 alcaldías de Guanajuato, 20 en Jalisco, 12 en Chiapas, 6 en San Luis Potosí, y unas 80 diputaciones de mayoría, pero nada se le había reconocido.

En Chihuahua se suprimen del padrón electoral nombres de panistas, con la supervisión de José Newman Valenzuela, encargado del Registro Nacional de Electores; 

en los medios de comunicación no se concede tiempo a la oposición, y la información sobre el proceso electoral de Chihuahua desaparece; 

en la prensa se instrumenta una intensa campaña de calumnias hacia el PAN; se envían cartas falsas a representantes de casilla panistas; 

se imprimen volantes falsos a nombre del PAN pidiendo no votar, etc.

El pueblo chihuahuense responde con un plan de desobediencia civil bien organizado, para defender sus derechos políticos. 

Se marcan billetes, se tapan placas, no se paga agua ni luz, se colocan carteles y fotos en las casas exigiendo respeto a la democracia, se pagan colectivamente anuncios en la prensa, hay manifestaciones en las oficinas del Registro Nacional de Electores para que se entregue el padrón, etc.

Los cierres de campaña resultan impresionantes en Parral, en Chihuahua y en Ciudad Juárez se lleva a cabo una gran marcha de la victoria.

Pablo Emilio Madero se entrevista con Manuel Bartlett, Secretario de Gobernación, para que se haga todo lo posible por tener elecciones limpias y pacíficas en Chihuahua, Durango, Zacatecas, Michoacán, Baja California y Campeche.

El 1º de julio, Luis H. Álvarez, presidente municipal de Chihuahua, se pone en huelga de hambre para exigir respeto al voto. 

Se le unen el empresario Francisco Villarreal y el Doctor Manuel Oropeza en Ciudad Juárez.

Ante la gran afluencia de observadores nacionales y extranjeros, se constata el gran interés ciudadano por la participación en las elecciones de Chihuahua.

Las irregularidades se presentaron con las mismas costumbres del PRI-Gobierno: 

tortuguismo y alteración de horarios en las casillas, falsos representantes del PAN y expulsión de los auténticos panistas, urnas “embarazadas” (rellenadas antes de la votación), espías del PRI fungiendo como auxiliares de casilla, etc.

Dando una gran lección de civismo, la gente quema los “votos” de las urnas “embarazadas” y espera con urnas limpias el inicio de la votación.

En las principales ciudades se despliega al ejército, con el propósito de intimidar a la población; se bloquean las comunicaciones en los locales de Acción Nacional; 

la Comisión Estatal Electoral evita reunirse para que no pueda apelarse ante ella; Manuel Gurría Ordóñez, delegado del PRI, declara ante los medios de comunicación el triunfo total de su partido (con resultados de tan sólo 27 de 1,788 casillas), dando a conocer cifras que el PRI ya tenía preparadas desde tres días antes de la elección.

Al día siguiente se unen a la huelga de hambre, Gustavo Villarreal, alcalde saliente de Parral, y Salvador Bautista, candidato triunfante de Nuevo Casas Grandes (único triunfo reconocido al PAN).

El 11 de julio, más de cien mil ciudadanos realizan una imponente manifestación en Ciudad Juárez; en Parral, se llevan a cabo plantones en la Plaza principal, y en los mítines hay disturbios que hacen intervenir al ejército.

El CEN del PAN acuerda exigir la anulación de las elecciones. El presidente de Acción Nacional declara: 

Seguimos creyendo en el camino político, pero apelaremos a todas las instancias legales, incluso internacionales. 

Tanto la población chihuahuense, como el Comité Estatal del PAN, preparan acciones de protesta. Con ironía o con cinismo se comienza a calificar al gran fraude como “fraude patriótico”. 

La sorpresa para el Gobierno es el gran movimiento ciudadano en el que confluyen distintos sectores que anteriormente era prácticamente impensable que pudieran coincidir en la lucha por la democracia.

La campaña contra el fraude por parte del Comité Estatal es intensa: propaganda e información para la gente con la presentación de pruebas contundentes y cifras claras que demuestran el fraude, reforzando el plan de desobediencia y de resistencia civil. 

Campesinos, obreros, amas de casa, empresarios, sacerdotes, partidos de izquierda, tanto en Chihuahua como en otros puntos del país, denuncian el fraude electoral. casi diariamente se realizan machas y mítines en las principales ciudades del Estado; 

hay plantones, bloqueos en cruces de avenidas importantes, en carreteras y en puentes fronterizos.

Llega información desde distintos países corroborando el fraude. 

Valientes desplegados pagados por ciudadanos, comerciantes e industriales, aparecen en los periódicos, pues sus respectivas Cámaras se sometieron al Gobierno.

La Revista Proceso se refiere al papel de Televisa durante el proceso electoral de Chihuahua en estos términos: Chihuahua, el silencio.

En el verano de 1986, se celebraron elecciones para gobernador en Chihuahua, cuya efervescencia hizo anticipar que el PRI no tenía garantías de triunfo, y el PAN, principal partido opositor en el Estado, vaticinó un fraude electoral, como efectivamente ocurrió.

Las movilizaciones de los panistas, apoyadas inclusive por el Partido Socialista Unificado de México (PSUM), fueron noticia mundial. 

Pero en México la televisión, sobre todo Televisa, las ignoró y a cambio ilustró sus noticiarios con los pronunciamientos priístas.

El presidente del consorcio, Miguel Alemán, aceptó ese mismo año que “no estábamos preparados para algo así”, y definió como “una cosa maravillosa que no haya corrido sangre” en el Estado. 

Reiteró, no obstante, su militancia priísta y reconoció al presidente de la República como su “jefe”. Autocrítico ante la falta de credibilidad, Alemán prometió entonces que habría cambios en los noticiarios.[3]

Surgen organizaciones civiles independientes para la defensa del voto, como la COLUDE (Coordinadora de Lucha por la Democracia), que organiza en la capital del Estado un plebiscito con la participación de la ciudadanía:

¿fueron válidas o no las elecciones?, respondiéndose masivamente con un aplastante NO.

La actitud de la Iglesia en Chihuahua fue destacada y valiente. 

Todos los sacerdotes del Presbiterio de Chihuahua encabezados por Mons. Adalberto Almeida y Merino, enérgicamente denunciaron los hechos vergonzosos de la jornada electoral.

A todas las iglesias de la Arquidiócesis de Chihuahua se hizo llegar el texto de la Homilía que habría de pronunciarse el domingo 13 de julio siguiente en las misas, y que entre otros puntos, decía: 

conforme al Evangelio que también es denuncia, denunciamos enérgicamente los hechos vergonzosos de la jornada electoral del domingo 6 de julio. 

Denunciamos la mentira, el fraude, el tortuguismo, la prepotencia de la fuerza pública, la suplantación de personas el chantaje, las amenazas, y toda suerte de arbitrariedades que se dieron ese día.[4]

Asimismo, se anunció en dicho texto la suspensión del culto en los templos para el domingo 20 de julio en señal de protesta por los hechos señalados.

Debido a que al parecer, la decisión de suspender los cultos no era compartida por varios Obispos, y a la manifestación de Manuel Bartlett, Secretario de Gobernación, de que podía darse lugar a un enfrentamiento, Mons. Girolamo Prigione, Delegado Apostólico en México, consultó a la Comisión de Interpretación del Código de Derecho Canónico y a la Secretaría de Estado de la Santa Sede, y consideró ilegítimo, a la luz del derecho canónico suspender el culto.[5]

Mons. Almeida declaró el 19 de julio la cancelación de la anunciada suspensión del culto, teniendo en cuenta el deseo del Papa, pero manteniendo que: 

nuestra denuncia, con respecto al fraude electoral, queda íntegra y avalada también por el Santo Padre, porque se trata de una gravísima violación de los derechos humanos que él constantemente ha denunciado y con gran energía.[6]

El domingo 3 de agosto se publicó en los diarios de Chihuahua una “Carta abierta a nuestros prelados”, firmada por un organismo autodenominado “Católicos por la Democracia Social”, en la que falsamente afirmaban que la Iglesia de Chihuahua estaba defendiendo a un determinado partido político en contra de otro. 

NotiDiócesis, órgano de la Arquidiócesis de Chihuahua, denunció oportunamente que dicho grupo (Católicos por la Democracia Social) es una asociación fantasma, creada por el partido oficial y sostenida por el sistema con el único fin de desorientar a la opinión pública… 

y su existencia es totalmente desconocida dentro de la Comisión Diocesana de Laicos, a quien compete la coordinación de todos los organismos laicales de la Arquidiócesis.[7]  

El 7 de agosto, Mons. Almeida junto con Mons. Talamás y Mons. Llaguno Farías, Obispos de Chihuahua, emitieron un juicio moral sobre las elecciones, en el cual, debido a las graves irregularidades del proceso electoral, afirmaron: 

Nosotros los Obispos también vemos como la mejor alternativa para lograr la paz, la anulación de las elecciones del 6 de julio, junto con el compromiso de llevar a cabo nuevos comicios en los que quede plenamente demostrada la voluntad de la mayoría de los electores, sin presiones ni obstáculos de ninguna especie.[8]

Asimismo, el entonces Superior Provincial de los Jesuitas en México, R.P. Carlos Vigil Ávalos, S.J., y otros miembros de la Compañía de Jesús, enviaron una carta a Mons. Almeida y a su Presbiterio manifestándole su solidaridad y diciéndole que: 

Junto con Usted sabemos que las irregularidades denunciadas no son sino un aspecto y una parte del mal global que se encuentra institucionalizado en las estructuras socio-económico-políticas injustas que marginan y oprimen a grandes sectores de nuestro pueblo, a favor de minorías privilegiadas.[9]   

En agosto, en una reunión en Guadalajara, los Obispos de todo el país declararían su apoyo, tanto al pueblo como a los Obispos chihuahuenses, por su lucha en defensa de los derechos innegables de los habitantes.

Mientras tanto, continúa la huelga de hambre de alcaldes panistas y de ciudadanos, penetrando hondamente en la opinión pública.

El 15 de julio los principales miembros del CEN del PAN se entrevistan con el Gobernador González Herrera, quien no se muestra conciliatorio. 

Al día siguiente la diputación panista entrega al Presidente De la Madrid documentos y videos que prueban el fraude electoral en Chihuahua. El Presidente dice estar preocupado, pero no hace nada al respecto. Durante julio y agosto se sostienen tres entrevistas en la Secretaría de Gobernación, sin resultados concretos.

El mismo 15 de julio, Pablo Emilio Madero y otros miembros del CEN del PAN piden a Luis H. Álvarez que levante su huelga de hambre, pero la respuesta es negativa: 

No nos han dejado otro camino. 

Hay preocupación por la salud de Álvarez y por la de los demás huelguistas. La gente manifiesta espontáneamente su solidaridad y apoyo en el campamento de Álvarez en la Plaza pública. 

Largas cadenas humanas se forman en la capital del Estado y en Ciudad Juárez apoyando su huelga. Muchos grupos y organizaciones políticas se manifiestan públicamente pidiendo que termine con su ayuno.

El 18 de julio la diputación panista entrega una carta al Presidente De la Madrid, en la que le enlistan el cúmulo de irregularidades con las que se fraguó el fraude electoral en Chihuahua, y le señalan que:

Todos los hechos relatados con anterioridad, constan a los ciudadanos de Chihuahua y de ellos dieron amplia información los medios de difusión, algunos de ideología muy diferente al PAN; 

otros partidos como el PSUM, el PMT, el PRT y diversos grupos intermedios de distintos estratos sociales y de diferentes actividades, los denunciaron y finalmente se documentaron en actas notariales, testimonios particulares, grabaciones, películas y otras pruebas… 

Por si todo esto no fuera suficiente, hay varias personas que están en un ayuno que ya lleva 17 días, como testimonio de protesta por la falta de democracia en Chihuahua. En el desplegado que publicaron, manifiestan que si no se respeta el voto su huelga será terminal… 

queremos ser los transmisores a usted del clamor popular que exige que las elecciones en Chihuahua se declaren nulas.[10]  

La Nación reproduce un desplegado publicado a principios de agosto y firmado por intelectuales como Gabriel Zaíd, Octavio Paz, Ramón Xirau, Lorenzo Meyer, Enrique Krauze y otros, en el que afirman:

Los resultados oficiales de las pasadas elecciones en el Estado de Chihuahua arrojaron triunfos del PRI en 98 % de los casos de la contienda. 

Desde lejos y sin ligas con los partidos, pensamos que estas cifras revelan una peligrosa obsesión por la unanimidad. 

De cerca y con mayores elementos de juicio, un sector amplio y diverso de la sociedad chihuahuense cree que su voto no fue respetado. 

Para expresar su descontento, este sector ha realizado actos pacíficos de valor cívico que desmienten la unanimidad y ponen en entredicho la limpieza democrática de los comicios.

Las autoridades no deben ignorar la trascendencia de estas manifestaciones… pensamos que las autoridades, procediendo de buena fe, deben restablecer la concordia y anular los comicios en Chihuahua
.[11]

Más de 30 mil personas portando antorchas realizan el 31 de julio un gran mitin por la democracia, en Ciudad Juárez, 

primera expresión del que sería el Movimiento Democrático Electoral, el cual surge de una marcha de ciudadanos de Ciudad Cuauhtémoc a Chihuahua, que en esta ciudad recaba firmas entre diversos grupos políticos, en protesta por el fraude electoral y en apoyo a los huelguistas en ayuno.

Además del PAN, coinciden en él partidos de izquierda como el PSUM, PMT, PRT y otras organizaciones civiles. 

Es un autentico movimiento nacional que busca la reforma del sistema electoral y la instauración de un régimen democrático. 

Sólo el compromiso de este movimiento logra hacer que Luis H. Álvarez y los demás huelguistas, 

levanten su ayuno después de 40 días 

(9 de agosto) 

cuando su salud ya se encontraba en una etapa de peligro.

Acción Nacional había retirado a sus diputados del Colegio Electoral Estatal. La insurgencia cívica continuaba, seguían los bloqueos de carreteras y la toma del “puente libre” ya era permanente. 

Los 41 diputados del PAN recorrían el país buscando solidaridad entre organizaciones diversas. Acción Nacional decide retirarse de los foros de consulta realizados en la Secretaría de Gobernación para reformar la Ley Electoral.

El 8 de agosto el Congreso local declara Gobernador electo a Fernando Baeza. 

El PAN rechaza el dictamen; decide levantar plantones y bloqueos de puentes y carreteras y se declara en favor de continuar la movilización junto con otras organizaciones hasta lograr una verdadera reforma política.

En Parral, dada la magnitud de la desobediencia civil, la intervención militar deja a la ciudad en estado de sitio.

El 24 de agosto se realiza un gran mitin de más de 70 mil ciudadanos en la Ciudad de Chihuahua. Hablan la diputada Carmen de Ávila, Luis H. Álvarez, y Francisco Barrio: … 

que sea esta hora de aparente adversidad la campanada que nos convoque a que cumplamos cabalmente nuestro compromiso con Dios y con la Patria.

En apoyo a Francisco Barrio, el 3 de octubre se realiza un acto multitudinario en la Plaza de Armas, paralelamente a la toma de posesión de Fernando Baeza. 

El 13 de octubre hay un acto ciudadano en repudio a las nuevas “autoridades”.

En Durango, el PAN había postulado a Rodolfo Elizondo, presidente municipal de la capital, como candidato a Gobernador, postulando candidatos en todas las alcaldías y distritos locales, realizando una intensa campaña y compenetrándose a fondo con la gente y los problemas del Estado, en particular con los campesinos y con el agro.

Las elecciones se realizan en tranquila jornada y el PAN está seguro de haber refrendado los triunfos de hace tres años y de lograr otros. 

Era evidente el triunfo del panista Salvador Salum en la capital. Luego vendrían la cerrazón y la imposición.

Como la orden era “carro completo”, el fraude electoral fue escandaloso, y la ciudadanía desarrolló un plan de resistencia civil: 

manifestaciones, plantones y marchas silenciosas. Elizondo y su familia encabezan un plantón en la Plaza principal y algunas personas ocupan el Palacio de Gobierno.

Se bloquean carreteras y queman periódicos en señal de repudio a la prensa y TV vendidas. 20 mil personas muestran su apoyo a Elizondo en un mitin. 

La Comisión Estatal Electoral no acepta las impugnaciones del PAN. 

Únicamente se reconoce una diputación de representación proporcional a Acción Nacional y se otorga una a cada partido comparsa del Gobierno: PARM, PPS, PST y PRT-CDP.

El 9 de agosto el Colegio Electoral declara Gobernador a José Ramírez Gamero. Se realiza un plantón panista enfrente del Palacio Legislativo; mientras se califican las elecciones, los priístas acordonan la entrada del recinto con golpeadores, principalmente de la CTM, cuyo líder en el Estado es el papá del Gobernador. 

Se provoca a los panistas y surge la violencia y hay golpes entre panistas que quieren entrar al Congreso y priístas que quieren impedirlo. Dos diputados panistas son golpeados y heridos por cetemistas. 

La policía interviene; hay disparos, bombas molotov, pedradas al edificio, carros y camiones incendiados. Llega el ejército y terminan los disturbios. Hay un muerto y 50 heridos. 

Días después, un grupo de mujeres se pone en huelga de hambre en protesta por el joven muerto.

En un mitin, Elizondo anuncia que enviará un expediente sobre las elecciones a la Comisión de Derechos Humanos a la OEA. La valiente pobación continuaría la resistencia civil por más tiempo.

Mons. Antonio López Aviña, en su Declaración Pastoral del 15 de agosto, denuncia abiertamente que en las recientes elecciones de Durango, no se había respetado el voto, se violaron las urnas y existieron presiones físicas, sicológicas y materiales sobre los ciudadanos.

También el 6 de julio se realizaron elecciones en Michoacán. El candidato del PAN a la Gubernatura era Luis Mejía Guzmán, quien con austera campaña basada en donativos de la gente, divulga la doctrina de Don Vasco de Quiroga. 

Ernesto Ruffo Appel, candidato de Acción Nacional, triunfa en el municipio de Ensenada, Baja California.

En septiembre se realiza el Foro Nacional Democrático por el Sufragio Efectivo, resultado del Movimiento Democrático Electoral surgido en Chihuahua. 

Se trata de un foro asombrosamente plural en el que convergen partidos políticos y organizaciones civiles que emite recomendaciones para realizar una verdadera reforma política.

A la IX Asamblea Extraordinaria del PAN asisten los ex-candidatos a gobernadores que participaron en este tremendo año electoral; Francisco Barrio no pudo asistir. 

En el presidium estuvieron el doctor Salvador Nava y Guillermo Pizzuto de San Luis Potosí, entre otras personalidades.

En la XXXV Convención de Acción Nacional habla Manuel J. Clouthier pidiendo solidaridad a todos los ciudadanos en la lucha por la democracia: 

nacionalicemos los problemas, sólo así seremos capaces de ganar elecciones, no dejando que nos regionalicen los conflictos.

El 26 de octubre se realizan elecciones para la Gubernatura de Sinaloa; Manuel J. Clouthier es el candidato de Acción Nacional y Francisco Labastida Ochoa (quien posteriormente sería Secretario de Gobernación en 1998) es el candidato del PRI. 

A Clouthier se le conoce como el hombre que no le tiene miedo al sistema; Clouthier sufriría agresiones contra sus negocios y propiedades, y contra su nombre, en los medios de difusión.

El fraude electoral constituyó todo un operativo: 

alteración del padrón, secuestro de urnas, no entregar actas y llevarlas a “laboratorios” electorales (posteriormente se descubrirían estos “laboratorios” clandestinos) alterando toda la votación, a lo cual también contribuyeron los “auxiliares” de casilla; 

las dependencias federales son cómplices del operativo.

La gente protesta de manera organizada y el 28 de octubre se realiza un gran “mitin de la victoria” en Culiacán; el panista Rafael Morgan se pone en huelga de hambre y el 1º de noviembre se lleva a cabo otra gran concentración. 

Clouthier documenta y demuestra el fraude, presentando los resultados de su detallado y exhaustivo estudio incluyendo cifras y gráficas. 

Se calcula que más de la mitad de los votos del candidato priísta Francisco Labastida eran falsos.

El 20 de noviembre, aniversario de la Revolución Mexicana, los panistas participan en los desfiles conmemorativos para exigir el cumplimiento del Sufragio Efectivo; en algunos lugares, la policía agrede duramente a los panistas, y en otros sitios los agresores son burócratas y priístas. 

En Culiacán, los panistas son reprimidos al intentar tomar el Palacio de gobierno. En Ciudad Juárez, hay violencia y se suspende el desfile: más de 800 policías arremeten contra 500 panistas y algunos dirigentes son detenidos. 

En la Ciudad de Chihuahua los golpeadores son inquilinos sindicalizados y hay 15 lesionados. En Monterrey, son apresados, entre otros, Fernando Canales y Alfredo Corella, por pretender manifestarse públicamente en la Macroplaza.

En diciembre, se debate en la Cámara de Diputados la iniciativa del Ejecutivo para sustituir a la LOPPE por un nuevo Código Federal Electoral. 

También se envía una iniciativa de reformas constitucionales para adecuarlas al nuevo Código Federal Electoral: 

se eliminaba jurisdicción a la Suprema Corte de Justicia para intervenir en casos electorales, el Senado se renovaría por mitad cada tres años, y se cambiaban días de votación y la fecha del Informe Presidencial.

La Nación publica un editorial acerca del año que termina, afirmando que el sistema político mexicano se ha cimbrado hasta sus cimientos… 

El gobierno ha cerrado los caminos para disentir en forma civilizada, como lo hacen los partidos de oposición en cualquier país democrático… 

la política de “carro completo”, de cerrazón completa, de cinismo completo y de desvergüenza completa, ha tenido para el sistema un costo brutal… 

El año de 1986 fue un año de lucha. De lucha fecunda y de esfuerzo generoso. Un año en el cual un sistema caduco recibió el impacto de ariete en forma repetida. 

Un año de avance del pueblo, a pesar de los fraudes, y de retroceso del sistema, a pesar de los robos. Ha pasado un año más desde aquel lejano 1939. Falta un año menos para llegar a la meta.[12] 




[1] Cf. Claver, Mons. Francisco F. La Noviolencia: ¿Imperativo de la Fé?, Colección Doctrina Social Cristiana, No. 11, IMDOSOC, México 1991
[2] Cf. Esto afirmamos... declaración pública del Partido Acción Nacional, en La Nación, Órgano Oficial del Partido Acción Nacional, Año XLIV, Nos. 1704-1705, 1º de abril, México 1986, pp. 26-27
[3] Vocero de los gobiernos en turno, Zabludovsky sirvió casi tres décadas a los intereses de un sistema en declive, en Revista Proceso, No. 1108, 25 de enero, México 1998, p. 9
[4] DIC-Documentación e información católica, Boletín Semanal del Centro Mexicano de Información y Documentación, A.C., (CEMIDAC), Año XIV, Núm. 31 (712), 31 de julio, México 1986, p. 504
[5] Olimón Nolasco, Manuel, Tensiones y Acercamientos, La Iglesia y el Estado en la historia del pueblo mexicano, IMDOSOC, México 1990, p. 49
[6] DIC-Documentación e información católica, Núm. 31 (712), 31 de julio, México 1986, op, cit., p. 502
[7] DIC-Documentación e información católica, Boletín Semanal del Centro Mexicano de Información y Documentación, A.C., (CEMIDAC), Año XIV, Núm. 35 (716), 28 de agosto, México 1986, p. 572
[8] DIC-Documentación e información católica, Boletín Semanal del Centro Mexicano de Información y Documentación, A.C., (CEMIDAC), Año XIV, Núm. 34 (715), 21 de agosto, México 1986, p. 550
[9] Ibid., p. 556
[10] Leído y entregado al Presidente, en La Nación, Órgano Oficial del Partido Acción Nacional, Año XLIV, Nos. 1712-1713, 1/agosto, México 1986, p. 7
[11] El caso Chihuahua, en La Nación, Órgano Oficial del Partido Acción Nacional, Año XLIV, No. 1714, 1/septiembre, México 1986, p. 3
[12] 1986: avanzó el pueblo, retrocedió el sistema, en La Nación, Órgano Oficial del Partido Acción Nacional, Año XLV, No. 1721, 15 de diciembre, México 1986, 2a. de Forros

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