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El Premio Nobel de Literatura es otorgado al gran escritor ruso Alexandr Soljenitsin, disidente del régimen totalitario comunista soviético y luchador incansable en favor de los Derechos Humanos.
Robert S. MacNamara, Presidente del Banco Mundial, visita México y confirma los excelentes resultados de los planes de desarrollo, y el crecimiento sostenido de la economía nacional, reflejado en comercio, industria, salubridad, seguridad social, comunicaciones y transportes.
La planta siderúrgica de Las
Truchas aumentará considerablemente la producción de hierro y acero. Se reúnen
en Puerto Vallarta Díaz Ordaz y Richard M. Nixon, Presidente de los Estados
Unidos. Se inauguran las líneas 1 y 2 del Metro.
Se realiza el noveno
campeonato mundial de futbol en nuestro país.
En las recientes elecciones para Gobernador en Yucatán, el régimen, luego del vil fraude, recurrió a la violencia y a la intimidación contra los ciudadanos; los panistas vieron amenazadas sus vidas y se intentó luchar por el respeto al voto por las vías legales.
Efraín González Morfín inicia su campaña en Mérida, Yucatán.
Recuerda Krauze:
Finalmente, el PAN gobernó por tres años el municipio. Unos visitantes en
Mérida en 1970 comprobaron que la famosa “ciudad blanca” había adquirido un
aspecto sucio. No había empleos ni servicios municipales.
La razón era clara:
el gobierno estatal y federal habían cerrado las llaves del presupuesto al
presidente municipal (panista), Víctor Manuel Correa Rachó.[1]
González Morfín expresó al pueblo yucateco: Vengo aquí a aprender una lección de civismo y de participación política.
En la XXXII Convención Extraordinaria del PAN, convocada súbitamente por los robos electorales en Yucatán, en Nuevo León y en el Estado de México, se discutió sobre la no participación en la próxima elección presidencial, la participación parcial, y la total.
Luis Álvarez, proclive a la primera
opción, mencionaba los éxitos de lucha pacífica de Gandhi y de Luther
King. Alfonso Ituarte habló del padrón depurado, pero se optó por la
participación total.
Un bombazo dañó tres pisos de las oficinas centrales del PAN. Nadie se adjudicó el atentado. Se presentó una denuncia y continuó el trabajo normal.
En su campaña, González Morfín expresó, entre otros muchos conceptos, que el sureste de México presenta exigencias de desarrollo regional, que merecen la atención entusiasta de quienes aspiren a la suficiencia económica y a la democratización de México.
El indígena es nuestro compatriota y es un
desafío a la solidaridad y honradez de los mexicanos; debemos entender que
necesita ayuda humana, franca y cordial y dedicarse a servirlo.
González Morfín recorrió 50 mil kilómetros, realizó 228 mítines, 178 paradas en poblaciones no programadas, 73 conferencias de prensa sin agenda previa, 112 encuentros con estudiantes, 27 entrevistas por radio y casi ninguna por televisión.
En el cierre de campaña frente a Bellas Artes, hubo 20 mil
asistentes.
Las elecciones de julio fueron, en general, pacíficas. El padrón electoral fue manipulado, la CFE permitió la votación con credencial sin estar en listas, y aún sin credencial, pero estando en lista de cada sección.
Hubo fuerte
abstencionismo y en las regiones aisladas, sierras y rancherías había
votaciones del ciento por ciento para el PRI.
El PAN aumentó su votación y el PPS no alcanzó ni el dos por ciento anterior, y el PARM ni siquiera el uno por ciento. Sin embargo, se les regaló de nuevo (violando la ley), diez y cinco diputaciones respectivamente.
Las impugnaciones del PAN ni se tomaron en cuenta; se decidió retirar a su representante ante la CFE y no asistir a la defensa de sus cargos al Colegio Electoral, lo cual afectó la imagen del régimen.
El PAN declaró que el
Colegio Electoral se integraría totalmente por gente del PRI, y no
queremos dar apariencia de legalidad a este proceso.
No se reconoció al PAN ningún diputado de mayoría, pero sí 20 de partido. El 1º de octubre, con el voto en contra de la bancada panista, Luis Echeverría Álvarez fue declarado Presidente electo por la Cámara de Diputados.
El
destacado periodista Mauricio González de la Garza afirmó que México
había despertado gracias al PAN.
El 1º de diciembre, Díaz Ordaz entrega en paz el Gobierno al Lic. Luis Echeverría Álvarez, quien dijo: El hambre es la más grave enfermedad de nuestros compatriotas.
Durante su gestión, Díaz Ordaz promulgó una nueva
Ley General del Trabajo, sustituyendo al Código laboral de 1939.
Reconoció el
voto a los jóvenes a los 18 años y concluyó las negociaciones con Estados
Unidos para recuperar el Corte de Ojinaga, que se entregaría al nuevo Gobierno.
Alan Riding dice que Díaz Ordaz era conocido por conservador y proestadounidense, lo que buscaba el sector privado interno y externo.
Se habló
de un posible sector empresarial en el PRI, pero los empresarios de
todos modos tenían poder.
En el extranjero se citaba la estabilidad política y
el “milagro económico” de México, como modelo para otros países en desarrollo.
La celebración de los Juegos Olímpicos constituía un orgullo, pero el ánimo
político de estudiantes, intelectuales y clases medias caía por el
autoritarismo y por el enorme gasto para la Olimpiada.
… Y el 12 de octubre, cuando se encendió el fuego olímpico y se echaron a volar palomas blancas, los televidentes de todo el mundo no vieron ninguna toma de los miles de soldados, excesivamente armados, que vigilaban el Estadio Olímpico de la Ciudad Universitaria.
Por ser país anfitrión, México tenía la
posibilidad de controlar las imágenes televisadas que eran transmitidas al
mundo. Pero, dentro del país, el gobierno no pudo rescatar su imagen.
En realidad, el sistema no había estado amenazado, porque ni los obreros ni los campesinos organizados se habían identificado con el movimiento, al mismo tiempo que el sector privado y el Ejército no habían dudado en ningún momento que México era blanco de una conspiración comunista internacional.
Sin embargo,
la respuesta que dio el régimen hizo trizas el concepto de gobierno por
consenso, al tiempo que socavó la legitimidad del sistema entero.[2]
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