miércoles, 27 de noviembre de 2013

1 9 4 0

1 9 4 0

Gómez Morín y el Comité emprenden una importante gira por el Norte de la República para establecer y fortalecer Comités Regionales, logrando encender grandes entusiasmos. A la vez, hacía ver el verdadero rostro del Gobierno. 

A partir de entonces, comenzó una serie de agresiones contra el PAN.

La respuesta de los sectores sociales por el surgimiento del PAN, hizo que el candidato Ávila Camacho asumiera en sus discursos un tono más conciliador que las actitudes del gobierno cardenista aún vigente. 

Acción Nacional insistía que debía irse más allá del discurso, ya que la CTM hablaba de socializar la economía y corporativizar a la sociedad. El Plan Sexenal aprobado finalmente por el PRM modificaba al original propuesto por el sector obrero.

El 20 de febrero, en Chilpancingo, Guerrero, Cárdenas defiende su política sexenal, reflejando su ideología fundamentalmente estatista.

A los ocho días le responde Gómez Morín, quien desmenuza, uno a uno, los puntos defendidos por Cárdenas, y le señala sus errores cuando todavía era Presidente de la República en funciones.

Sobre educación, Gómez Morín le dice de frente que se nota que no leyó la Ley Reglamentaria del Artículo 3º Constitucional aprobada por el Congreso, ni sabe lo que realmente sucede en la Secretaría de Educación, cuyos funcionarios con esta grotesca Ley Reglamentaria, atacan las convicciones religiosas, la unidad de la familia, y la libertad de pensamiento. 

Además, es una cloaca la política del falso sindicalismo de maestros.

Acerca de política agraria, se ha querido imitar el sistema extranjero, inadaptable en México, del Kolkhoz soviético, que ha sido un fracaso en Rusia, levantado sobre un mar de sangre. 

Le señala la alternativa viable realmente para México, sobre la base de una verdadera reforma agraria, haciéndole ver que se comprueba estadísticamente que ha mejorado la producción.

En cuanto a la “corrupción interna” mencionada por Cárdenas, Gómez Morín le contesta que esta se debe a un solo factor: la penetración del régimen en las organizaciones para hacer de ellas capital político, mencionándole la sindicalización burocrática artificiosa.

En lo referente a la política salarial, Gómez Morín está de acuerdo con Cárdenas, cuando este afirma que el país está “empobrecido y esquilmado”, pero le dice que es porque todo se ha sacrificado a planes sectarios o deshilvanados, no se han acabado los monopolios, hay inflación, y no se ha aumentado el poder adquisitivo.

Sobre la dependencia económica, Gómez Morín le resalta que México podría tener una economía próspera y autónoma, pero no es así debido a la acción económica irresponsable y contradictoria del Gobierno, y a que estamos pendientes, en el caso monetario, de una decisión del Secretario del Tesoro Americano.

Le dice que el pueblo ha sido poco informado en materia petrolera y que todos los mexicanos deseamos un arreglo que garantice la autonomía de la Nación y que no signifique una carga insoportable para el futuro, que se eviten abusos, favoritismos y derroches en la administración.[1]

Como de costumbre, la historia le ha dado la razón a Gómez Morín, pues fue hasta 1972 cuando México superó su producción de 1921, pero importando 100,000 barriles diarios de Venezuela, donde la producción por trabajador era cuatro veces mayor. 

Además, los contratos se repartieron por “influencias”, la administración no siguió lineamientos empresariales estrictos, las lucrativas concesiones para gasolineras se otorgaron como “recompensa política”, la distribución de combustible la realizaron “camioneros” privados (políticos), y muchos contratos no se sujetaron a las autoridades competentes.[2]

Al referirse Cárdenas al PRI, entonces PRM, Gómez Morín le hace ver que habla como parte del régimen y no como representante de la Nación. 

Le dice también que todos desearían que acabara con esa patraña de Partido, indebido e ilegal apéndice del Gobierno, que no tiene un solo miembro voluntario, a excepción de los que disfrutan de sus canongías; que se volvió contra su creador (Calles) en cuanto pudo y que su único fin es asegurar, por los peores medios, el predominio de un reducido grupo en el Poder.


Las elecciones del 7 de julio

El Boletín de Acción Nacional mencionaba que se participaría en las elecciones para aprovechar la posibilidad de corregir la corrupción del régimen, aunque sea sólo en parte. 

Esta participación implicaba la colaboración con partidos independientes, de manera circunstancial y pasajera.

El PAN apoyó la candidatura del general Juan Andreu Almazán, no así las candidaturas para senadores, diputados, etc.

Hubo una gran participación, entusiasmo y asistencia a las urnas por parte de la ciudadanía. Cárdenas había prometido elecciones limpias y pacíficas. 

Fueron sucias y sangrientas. El Colegio Electoral tuvo la “desfachatez” de publicar estas cifras: 15,101 votos para Almazán, 2,476,641 para Ávila Camacho.

El New York Times publicó al día siguiente un largo telegrama desde la Ciudad de México, señalando que el PRM transmitía desde temprano por radio, que una mayoría aplastante ya había votado por el candidato oficial. Antes de abrir las casillas ya se había distribuido el boletín. 

En la tarde hubo una amenaza de gran matanza en el centro de la ciudad. 

El corresponsal vio personas tiradas, aparentemente muertas, mientras muchos heridos se recogían en ambulancias y automóviles. 

El sentimiento público estaba a favor de Almazán. Una hora después de cerradas las casillas, había, por lo menos, 30 muertos y cerca de 300 heridos, sólo en la Ciudad de México.

El Boletín del PAN denunció que bandas de conocidos pistoleros - impunes -, se lanzaron contra ciudadanos desarmados, con la complicidad o tolerancia de las autoridades, y ametrallaron al pueblo desde sus automóviles.

Del PAN hubo ocho muertos en la República.

Almazán sale al extranjero y en Cuba pronuncia un discurso considerado subversivo por el Congreso de la Unión. 

Se habla de una posible rebelión almazanista. Algunos jefes militares son aprehendidos y fusilado el General Andrés Zarzosa. En Chihuahua hay un contingente de tropa armada lista para levantarse en armas.

En septiembre, Almazán vuelve a hacer declaraciones contra Cárdenas, y en el mismo mes el Congreso declara electo Presidente a Ávila Camacho. El Gobierno estadounidense reconoce al Gobierno “revolucionario”.

Recuerda Gómez Morín:

Después de la derrota del movimiento almazanista (no derrota en las elecciones, sino derrota en la realidad), y de que Almazán, contra lo que esperaba la mayor parte del pueblo, no quiso encabezar una rebelión (quizá por fortuna para México), vino la gran depresión del espíritu cívico: se desbarataron todos los partidos ocasionales que se habían creado durante el movimiento almazanista, y sólo quedó en pie el movimiento de Acción Nacional.[3]   

En condiciones difíciles para subsistir, Acción Nacional asumió la realidad, dedicándose al análisis y a la propuesta relacionados con los grandes problemas nacionales, para bien de la población.

La guerra mundial se intensificó en Europa y los Estados Unidos se perfilaban para involucrarse en ella.

El PAN comenzó a externar sus puntos de vista sobre política exterior, particularmente por el peligro de que el gobierno mexicano fuera sumiso luego del reconocimiento de Estados Unidos. 

México no estaba en un dilema de alianza total o de guerra inevitable, por lo que el PAN recomendaba cautela.

Acción Nacional se opone al servicio militar obligatorio de un año. Su oposición no prosperó.

Es asesinado León Trotsky en Coyoacán. Cárdenas defendió la política de asilo y, a explicación no pedida, reafirmó que su Gobierno no era comunista.

Al respecto ironizó José Vasconcelos: Pronto y por simple ardid demagógico, el programa social cardenista derivó hacia el comunismo. 

Sólo de nombre, porque el propio Cárdenas comenzó a adquirir fincas valiosísimas. Y lo mismo hicieron sus principales colaboradores… 

Cuando ciertas veleidades orales de tipo bolchevique atrajeron sobre Cárdenas el cargo de antiimperialista, éste se apresuró a rectificar: 

“Díganme cuándo he dicho o he hecho algo que me pueda caracterizar como enemigo de Estados Unidos ?”.[4]

Por otra parte, el PAN señaló que el régimen no protestaba por los asesinatos de nuestros ciudadanos, pues nada dijo el Gobierno sobre los muertos del PAN en las recientes elecciones.

El Boletín de Acción Nacional denuncia la extracción ilegal de más de 200 millones de pesos del Banco de México, es decir, seis veces el capital pagado del propio banco. Se hicieron billetes nuevos a cargo de esa institución.

El Gobierno cancela el registro postal al Boletín del PAN por “violar” la Ley de Vías Federales de Comunicación (sic).

En diciembre, toma posesión como Presidente de la República el general Manuel Ávila Camacho, heredando de Cárdenas una delicada situación en todo lo referente al socialismo: ferrocarriles en bancarrota, burócratas divididos, obreros soliviantados, etc.

El Presidente ofreció, aunque en forma poco concreta, algunas Secretarías a los dirigentes del PAN. 

Al Lic. Manuel R. Samperio le ofreció la Procuraduría General de la República, quien dijo aceptaría si su primera acción fuera procesar a los funcionarios del Régimen para castigar a los responsables de las matanzas electorales e investigar sus fortunas. 

Luis Calderón Vega afirma que el Presidente pretendía decapitar a la oposición y descalificarla.



[1] Cf. Gómez Morín, Manuel. Diez Años de México, EPESSA, México 1996
[2] Cf. Riding, op. cit., pp. 198-205
[3] Wilkie, op. cit., p. 65
[4] Vasconcelos, José. Breve Historia de México, op. cit., pp. 384-385 y 395

No hay comentarios:

Publicar un comentario