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El Banco de México se retira del mercado cambiario. Se devalúa el peso y suben los precios, aumentan los salarios y sobreviene una masiva inflación.

En agosto, se implanta un mercado cambiario dual: uno fijo y más bajo para pagar el servicio de la deuda externa y cubrir importaciones prioritarias; otro flotante para lo demás.

El 1º de septiembre López Portillo expide un decreto por el que el Estado expropia la Banca del país, y otro más por el que establece el control de cambios. 

A los trastornos financieros se añadió la erupción del volcán Chichonal, lo que provocó el desalojo del poblado de Pichucalco, Chiapas, el cierre de las carreteras vecinales y la suspensión de la aeronavegación.

Se le reconoce al PAN su triunfo en el municipio de Chemac, Yucatán, pero no los de Telchac y Mérida; se regala una alcaldía al PARM y otra al PST. 

En Coahuila, los ciudadanos impiden la toma de posesión de los alcaldes impuestos, tomando los palacios municipales de Múzquiz, Zaragoza, Frontera y Tierra Mojada. 

En Hidalgo y en el Estado de México también hubo fraude electoral; en este Estado sólo se reconoció el triunfo del PAN en el municipio de Aculco. 

La diputación panista lleva a cabo un “plantón” de 12 horas frente a Palacio Nacional por agotarse todos los recursos legales.

El Ing. Pablo Emilio Madero Belden inicia su campaña por la Presidencia de la República. Recuerda el mandato de Morelos: moderar opulencia y miseria. 

En Jalisco afirma que sería saludable que los candidatos presidenciales mostraran las manos, que manifestaran públicamente los bienes que poseen y los de sus familiares y próximos. 

En Sinaloa señala que no es verdad que la causa principal de la galopante inflación que México padece sea de origen externo, tiene causas internas comprobables. 

En Chihuahua afirma que es necesario crear en el país una mística de servicio hacia las comunidades indígenas. 

El indígena ha sido esquilmado y explotado y ya no cree en nada ni en nadie.

En la XXXI Convención Nacional del PAN se abordó, entre otras cuestiones, el tema del campo, sobre el que se debatió acerca de la inclusión en la Plataforma si el ejido se debía dar en propiedad privada sin limitaciones, o en calidad de inembargable hasta que éste se hubiera pagado: se aprobó esto último. 

Además se discutió si el derecho de amparo se debía dar al pequeño propietario sin certificado de inafectabilidad, antes o después de reformar la Constitución.

La campaña presidencial del PAN se desarrolló gracias a los generosos donativos de la gente, y al dinero proveniente de los sueldos de los diputados de Acción Nacional, ya que el PAN se negó a aceptar el financiamiento del Gobierno. 

Se percibió una disminución de obstáculos y de agresiones de parte del Gobierno, y la prensa le dio una mayor cobertura.

Durante las elecciones hubo las irregularidades acostumbradas por el PRI-gobierno, particularmente en el Distrito Federal, pero en Estados como Nuevo León, Sonora, Chihuahua y Puebla, se orquestaron verdaderos robos. 

En muchas regiones se llegó hasta a los golpes contra los representantes panistas.

En declaración pública aparecida en La Nación, Acción Nacional enumeraba 13 razones que cuestionaban las cifras de la Comisión Federal Electoral, entre ellas el acuerdo ilegal de la CFE, de permitir el voto sin credencial de elector, con sólo estar en el padrón.[1] 

La votación para el PAN fue bastante estimulante: Madero obtuvo el segundo lugar con 3’700,045 votos (17 % de la votación nacional). En el contexto de la reforma electoral, Acción Nacional obtuvo el 58 % de los votos para la oposición, seguido lejanamente por el Partido Socialista Unificado de México, con el 13 % de los votos. 

En el Distrito Federal hubo un impresionante crecimiento en las preferencias electorales para el PAN: los votos aumentaron 208 % con respecto a la elección anterior, obteniéndose el 27.4 % de la votación de la capital del país.

Bernardo Bátiz sería el coordinador de la diputación panista y los legisladores contribuirían con el 30 % de su sueldo para el Partido. 

Al PAN sólo se le reconoció un triunfo por mayoría: el XVIII distrito del Estado de México, en Naucalpan, ganado por José Armando Gordillo Mandujano, director del periódico Ecos de Satélite.

Acción Nacional conseguía 51 diputados de representación proporcional.[2] 

En septiembre se reúne el Consejo Nacional del PAN para discutir la inesperada medida tomada por López Portillo en su último Informe de Gobierno, anunciando la expropiación de la Banca por parte del Estado. Jesús González Schmal presentó un documento sobre este hecho. 

Todos los consejeros condenaron la expropiación, a excepción de Juan Landerreche Obregón, quien argumentaba que existía una concentración exagerada, en cuatro o cinco personas, sobre la propiedad de los bancos, y que la medida debería servir para remediarla; en el mismo sentido habló Carlos Castillo Peraza.

La Nación publicó la posición de Acción Nacional ante la expropiación de la Banca, calificándola como un acto teatral, antijurídico e inútil, desde el punto de vista económico; 

señalaba que se omitió decir en el Informe Presidencial y en las comunicaciones oficiales que la Banca estaba dirigida hasta en sus más pequeños actos por la Comisión Nacional Bancaria, el Banco de México y la Secretaría de Hacienda. 

Tampoco se dijo que los bancos privados, al igual que los del gobierno sólo podían vender los dólares que el Banco de México (oficial) les entregaba. 

Señalaba también que la corrupción creciente era la más alta en la historia de México. Además, el PRI no propuso la nacionalización durante su campaña… 

La nacionalización fue un acto autoritario… que violó las facultades del Congreso.

El gobierno fracasó en su programa de prioridades nacionales; tan sólo, y gracias al petróleo, logró un crecimiento económico a alto costo social que desemboca en recesión, aumento del desempleo y devaluación. 

La expropiación de la Banca no nos saca de la crisis, sólo sirvió para desviar la atención pública y buscar chivos expiatorios a un fracaso gubernamental.[3]

Acción Nacional vota en contra del dictamen que declara Presidente Constitucional a Miguel de la Madrid.

Salvador Nava es declarado candidato del PAN a la presidencia municipal de San Luis Potosí.

La diputación del PAN propone reformar el Artículo 115 Constitucional, para evitar que la Constitución se cambiara al antojo de cualquiera, y que se creara una comisión especial para investigar a López Portillo; 

también votaba en contra de las reformas al Código Civil, que penalizaban el “daño moral” causado por la prensa, pues constituían una “ley mordaza” para la opinión pública.

La estrategia de López Portillo tuvo como base la llamada “Alianza para la Producción”, la cual incluyó la firma de un pacto obrero-Estado-patronal que procuraba la contención de las demandas salariales durante los primeros años de su régimen. 

De esta manera, después de haber superado la crisis de 1976, el gobierno quiso aprovechar los ingresos derivados de la exportación del petróleo para financiar un ‘salto’ adelante, o sea un crecimiento rápido de la producción y del empleo,[4] teniendo este último un crecimiento mayor en el sector de funcionarios públicos que en el de manufacturas.

Hacia 1981 la economía internacional entraba en una gran crisis y, al mismo tiempo, la deuda externa mexicana llegó a ser la mayor de un país en el mundo, la cual, para fines del sexenio de López Portillo, ascendía a la cantidad de 80 mil millones de dólares; grandes capitales salieron del país y la nación mexicana quedó empobrecida.

Se acusó al Estado de inversión pública ineficiente, de gasto excesivo, despilfarrador e inflacionario, de deuda externa enajenante, de economía petrolizada, de política equivocada, de medidas correctivas desarticuladas y balbuciantes. 

El Jefe del Ejecutivo en su último discurso afirmó que todo lo hecho tenía su justficación y acusó a la banca privada de haber pospuesto el interés nacional y propiciado la especulación y la fuga de capitales.[5]

También, hacia 1981, de cada tres pesos que se gastaban en México, el Gobierno gastaba dos; y en 1982, de cada dos pesos gastados por el Gobierno, un peso lo gastaba en forma de intereses y amortización de su deuda.

Asimismo, de cada 100 pesos que el Gobierno gastaba en 1981, 27.1 pesos estaban cubiertos con ingresos fiscales, 11.6 pesos con ingresos petroleros, 9.7 pesos con otros ingresos y 51.6 pesos no estaban cubiertos con ningún ingreso propio del Gobierno. 

Por otra parte, el creciente gasto público coincidió con un creciente déficit que no podía ser cubierto ni siquiera con el dinero prestado, por lo que el Gobierno recurrió a una medida inflacionaria para cubrir sus gastos: el aumento de circulante. 

Dada la mayor inflación mexicana, respecto de la estadounidense, el peso tuvo que ser devaluado en 1982.

Así, al final del sexenio de López Portillo se decía que la evasión de impuestos, según algunas estimaciones, podría ser del 60 %… 

No es exagerado afirmar que si en México no existiera la evasión de impuestos, la corrupción y el despilfarro de fondos públicos, no habría déficit público. Y si no existiera este déficit, no habría una deuda pública externa tan enorme, ni tanta inflación, ni devaluación. 

La raíz de nuestros problemas económicos son los vicios del sistema político.[6]

Desde el punto de vista político y jurídico, la estatización de la banca fue una medida antidemocrática, pues no se consultó al Poder Legislativo, el cual es el único que puede tomar esta clase de decisiones.[7]  

López Portillo decidió “nacionalizar los bancos”, pero en realidad, no fue así, pues varias sucursales de bancos estadounidenses continuaron sus operaciones y no pasaron a manos del Gobierno mexicano.

Inevitable fue que esta decisión trajera como consecuencia el derrumbe del peso mexicano que al acabar el gobierno de J.L.P. tenía doble cotización, una privilegiada a 150 pesos por dólar, otra para la mayoría de la gente a 175 y más… 

La catástrofe se sintió pronto en la frontera y en la bolsa negra se llegaba a cambiar el dólar por más de 200 pesos.[8]  

Alan Riding afirma que aterrados de que México pudiera declarar una moratoria de todos los pagos de su deuda externa, Washington, el FMI y un grupo de bancos extranjeros organizaron un paquete de rescate de emergencia para que la economía mexicana pudiera mantenerse a flote.[9]  

En este ambiente desolador y angustioso, tomó las riendas del poder ejecutivo, Miguel de la Madrid Hurtado el 1º. de diciembre de 1982. 

Su discurso en que, serena y objetivamente, expuso la trágica situación en que empuñaba las riendas del poder, no ocultó que para todos los mexicanos era necesario limitar gastos suntuarios y aún resignarse a dos o tres años difíciles en que juntos podríamos mejorar la trágica situación social y económica.[10]

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[1] Cf. Trece razones fundan el rechazo, en La Nación, Órgano Oficial del Partido Acción Nacional, Año XL, No. 1614, 28/julio, México 1982, p. 4

[2] Cf. López Ríos, Bernardo. La composición de los partidos minoritarios en la LII Legislatura (1982-1985), Un aporte al estudio de la élite política mexicana, Tesis de la Licenciatura en Sociología, ENEP Acatlán, UNAM. México 1987. (Es uno de los primeros estudios empíricos sobre la oposición, en donde se analizan las carreras políticas de los diputados, mediante la estadística social).

[3] Posición de Acción Nacional ante la expropiación de la banca, en La Nación, Órgano Oficial del Partido Acción Nacional, Año XL, No. 1617, 22/septiembre, México 1982, 4a. de Forros

[4] Auping, S.J., Juan. La crisis actual a la luz de la Filosofía Social Cristiana, Revista Interacción, No. 27, México 1983, p. 3

[5] Gutiérrez Casillas, S.J., José. Camino hacia la Unidad, op. cit., p. 317

[6] Auping, S.J., Juan. La crisis actual a la luz de la Filosofía Social Cristiana, op. cit., pp. 13-16

[7] Ibid., p. 17

[8] Schlarman, México, Tierra de Volcanes, op. cit., p. 725

[9] Riding. op. cit., p. 82

[10] Schlarman, México, Tierra de Volcanes, op. cit., p. 725