José Vasconcelos
(1882-1959)
"Maestro de América"
Campaña presidencial de
don José Vasconcelos en 1929
JOSÉ VASCONCELOS, HÉROE NACIONAL
Durante el Gobierno del general Álvaro
Obregón, se creó la Secretaría de Educación Pública en 1921, siendo el primer
secretario José Vasconcelos. En un sólo año se crearon 1,159 escuelas y 671
bibliotecas.
El presupuesto fue de 52.3 millones de pesos. Vasconcelos estimuló
también el arte popular y la música.
Lo que hizo Vasconcelos como Secretario de Educación, decía Gómez Morín, no tenía precedente, ni ha tenido quien lo continúe con su ímpetu y su aptitud creadora.
Él decía, y creo que tiene toda la razón: si le dieran a los
jesuitas de la Misión de la Tarahumara la décima parte de lo que el gobierno
gasta en sus supuestas misiones en la Tarahumara, ya todos los tarahumaras
sabrían leer y escribir y tendrían casa y vestirían bien, y serían buenos
agricultores.[1]
Vasconcelos exhortaba a la raza - cósmica, hispanoamericana - a expresarse en términos del espíritu. Gómez Morín se encargó de la edición de su Tratado de Metafísica, terminado admirablemente en plenos días de campaña presidencial.
Como se ve, Gómez Morín conoció muy bien a Vasconcelos:
Yo viajé algunas veces con él haciendo discursos y recibiendo pedradas; pero, sobre todo, me tocó juntar algunos de los pocos pesos que se reunieron para la campaña… La campaña se hizo prácticamente sin recursos.
A veces cobraba
Vasconcelos por la asistencia a sus mítines y conferencias… Lo que querían dar.
Y todo el mundo contribuía… el gasto lo hacíamos entre todos… Por otra parte,
nosotros, yo al menos, siempre tuvimos un sentido religioso… Vasconcelos también.
Vasconcelos fue siempre religioso.[2]
Las elecciones de 1929 resultaron trágicas, particularmente en la Ciudad de México, en donde hubo nueve muertos y catorce heridos.
Los candidatos fueron
Pedro Rodríguez Triana, por el Partido Comunista, Antonio I. Villarreal por el
Partido Social Republicano, el Ing. Pascual Ortiz Rubio, títere de Plutarco
Elías Calles nombrado este Jefe Máximo de la Revolución por el recién creado
Partido Nacional Revolucionario (actual PRI), y como candidato independiente se
presentó el Lic. José Vasconcelos, quien despertó un gran entusiasmo con sus
discursos contra la opresión política y religiosa, contra la corrupción de los
revolucionarios enriquecidos ilícitamente y contra el imperialismo de los
Estados Unidos.
Vasconcelos aceptó participar en las elecciones no porque creyese que un gobierno como el de Calles pudiese reconocer los efectos de una votación libre, sino para dar el ejemplo y para preparar el terreno a una rebelión nacional que echase fuera del gobierno a toda la bastardía callista.[3]
Vasconcelos ganó las elecciones, pero el PRI (entonces PNR) inauguró su larga trayectoria de fraudes electorales que ha durado la mayor parte del siglo XX.
El gran entusiasmo popular producido por la campaña presidencial
de Vasconcelos, dio lugar a que un centenar de vasconcelistas,
sospechosos de intentar un levantamiento, fueran ahorcados en las
cercanías de Topilejo, D.F. Vasconcelos se refugió en Los Angeles, California.
Lanzó al público el Plan de Guaymas, el 10 de diciembre de 1929, dirigido a los
hombres libres armados que estuvieran en condiciones de hacerse respetar.
Recuerda Gómez Morín:
Era sobre todo político el movimiento y no quiso él (Vasconcelos) pensar en la posibilidad de la organización de un partido permanente. Todo lo jugaba a una sola carta: triunfar en esa campaña o no y, en este caso, organizar una revolución como la de 1910…
A mí me desterraron en 1929. Entonces nos encontramos en los Estados Unidos él y varios amigos que habían sido expulsados de México también, y le pedimos que volviéramos a México no aceptando la derrota ni nada; simplemente volver a México para seguir en el esfuerzo de organizar el partido, como un partido político permanente.
Pero no. No estaba él hecho para eso, tenía otra
mentalidad…
El quería acabar con los dictadores militares, con los dictadores “bárbaros”, como él decía; quería establecer un gobierno de civiles, de líderes políticos no militares, y sujetos a las normas de la Constitución.[4]
Vasconcelos regresó a México en 1940, dedicándose a sus aficiones literarias, ocupando un primerísimo lugar en las ciencias y en las letras latinoamericanas.[5]
Debido a la muerte de Álvaro Obregón, Emilio Portes Gil ocupó interinamente la Presidencia de la República, en noviembre de 1928. Con Obregón murieron el obregonismo, la reelección presidencial y las presidencias vitalicias. Por otra parte, continuaba el conflicto religioso por la injusta persecución del Gobierno contra la Iglesia Católica.
[1] Wilkie, op.cit.,
p.33
[2] Ibid., pp. 28 y 47
[3] Vasconcelos, José.
Breve Historia de México, op. cit., p. 375
[4] Wilkie, op. cit.,
pp. 27-28
[5] Cf. López Ríos, Bernardo. José Vasconcelos, héroe nacional, en Revista La Nación, Órgano Oficial
del Partido Acción Nacional, Año LVII, No. 2097, 16/agosto, México 1999, pp.
27-28
No hay comentarios:
Publicar un comentario